Durante toda su vida fue un apasionado del beisbol. Formó equipos, creó ligas y patrocinó torneos para apoyar e impulsar a jóvenes aficionados al deporte rey. En 1959 se interesó para que en el beisbol de la costa hubiera jugadores extranjeros que le dieran atractivo al circuito; las nóminas se elevaron y el desastre económico fue solventado por él, para que el circuito llegara al final. Al año siguiente la Liga Invernal se plagó de jóvenes beisbolistas y la fanaticada se volcó en los estadios, por ello, don Juan gestionó la expansión de la Liga de Sonora y en 1965 nació la Liga Sonora-Sinaloa. Ingresó al Salón de la Fama en 1987
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