Ramiro Cuevas fue el primer serpentinero en lanzar Juego Perfecto en la Liga Mexicana de Beisbol.
Cuevas nació el 28 de mayo de 1928, en Ebano, S.L.P y falleció el 11 de abril de 1987, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
El notable lanzador comenzó a escribir páginas doradas en el beisbol apenas un año después de haberse hecho profesional.
El 6 de febrero de 1949 lanzó juego sin hit ni carrera en la Liga del Golfo, para que el Club Ébano ganara 2-0 a los Cañeros de Ciudad Mante, en esta población tamaulipeca.
El 14 de agosto de 1953 fue autor del encuentro más famoso en la historia de la Liga Mexicana: El juego perfecto que lanzó contra los Diablos Rojos del México en el desaparecido Parque Delta, que terminó 1-0 favorable a Nuevo Laredo tras nueve innings de intensa emoción.
El 29 de octubre de 1954 entró al libro de récords de la Liga de la Costa del Pacífico. Actuando para el Jalisco, en Guadalajara, dejó sin hit ni carrera a los Mayos de Navojoa, derrotándolos 3-0.
José Luis Chile Gómez, impresionado por el formidable control de Cuevas, que fue su principal arma desde la loma, lo firmó para los Tuneros de San Luis Potosí y lo hizo debutar en la Liga Mexicana en 1949.
En este circuito ganó 80 juegos y perdió 71. retirándose prematuramente como jugador activo en 1959.
Posteriormente fue manager e instructor de pitcheo de Ciudad Mante, en la Liga Central.
Ramiro Cuevas ingresó al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano en 1974.
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