Una de las figuras icónicas de la Liga Mexicana de Beisbol en lo concerniente al pitcheo es Ramón Arano.
El famoso lanzador, a quien apodaban Tres patines dejó un impresionante caudal de récords en su paso por la liga de verano, dejando su nombre impreso con letras de oro en los anales históricos del circuito.
Arano es el máximo ganador de la Liga Mexicana de Beisbol con 334 victorias en 32 temporadas de actividad, habiendo participado en seis décadas diferentes, ya que inició a finales de los años 50 y terminó su carrera en el 2001, vistiendo el uniforme del Aguila de Veracruz.
El famoso beisbolista nació el 31 de agosto de 1939, en Cosamaloapan, Veracruz y falleció el 5 de mayo del 2012 en el puerto de Veracruz.
La enorme consistencia del admirable deportista veracruzano lo convirtió en el hombre leyenda del pitcheo en el beisbol mexicano. Arano hizo su debut en la pelota profesional a los 20 años de edad, en la temporada de 1959 con el equipo Poza Rica del circuito de verano; ese mismo año también alineó con el Aguila de Veracruz y ahí continuó hasta 1963, al ser transferido a los Diablos Rojos del México.
Además de los equipos señalados, también fue parte de las novenas de Saltillo, Córdoba, Reynosa, Coatzacoalcos y Tabasco. Sus mejores años fueron los de 1978 y 79, cuando logró 19 victorias jugando para el Córdoba, en 1962 ganó 17 con el Aguila, repitiendo la misma cifra en 1968 con los Diablos Rojos.
Arano tiene el récord de blanqueadas en el circuito con 57 y durante varios años fue líder de ponches de todos los tiempos con 2,380 bateadores abanicados en 4,773 innings un tercio. Su promedio de carreras limpias admitidas fue un aceptable 3.26, con .559 en porcentaje de ganados y perdidos.
En la Liga Mexicana del Pacífico fue estrella de los Venados de Mazatlán; lanzó 252 partidos, ganó 89 y fue derrotado en 88 ocasiones. El notable lanzador tuvo actividad en 1,541 innings, abanicando a 973 contrarios, con 24 blanqueadas y un extraordinario promedio de efectividad de 2.83.
La trayectoria deportiva de Ramón Arano fue fabulosa. Los triunfos obtenidos como lanzador lo convirtieron en el máximo ganador del beisbol mexicano.
Debido a su grandeza sobre el cerrito de lanzadores, el famoso pitcher veracruzano ingresó al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano en 1993.
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