LUCAS EL INDIO JUÁREZ
EL PRIMER INMORTAL DEL SALÓN DE LA FAMA DEL BEISBOL MEXICANO
Uno de los primeros inmortales del beisbol mexicano es el pelotero chihuahuense Lucas Juárez, de quien se desconoce su fecha de nacimiento.
Juárez ingresó al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano en 1939, junto a otros cuatro grandes de la pelota, como Antonio Delfín Lañiza, Julio Molina, Leonardo Najo Alanís y Fernando Barradas.
La historia lo señala como el primero de los cinco, ya que él fue quien acaparó la mayoría de votos en el concurso celebrado por el diario La Afición, propiedad de Alejandro Aguilar Reyes, Fray Nano, quien tuviera la brillante idea de crear el Salón de la Fama.
Su nombre apareció como parte del encabezado del diario en la edición correspondiente al 25 de mayo de 1939, comenzando la historia del recinto sagrado de la pelota.
Juárez fue sinónimo de grandeza en los diamantes que pisó, gracias a sus facultades naturales que poseía para jugar beisbol. Fue un pelotero muy versátil, buen corredor de bases y bateador largo, destacando, sobre todo, como pitcher y receptor.
Debutó en la capital del país a principios del siglo con un club de Monterrey, y fue contratado en 1903 por el primer equipo México. Algo digno de recordarse es qué, en 1907, cuando los Medias Blancas de Chicago, entonces campeones mundiales visitaron la Ciudad de México, convirtiéndose en el primer equipo de Grandes Ligas que pisaba suelo mexicano, Lucas lanzó un juego contra ellos y lo hizo en forma excelente, recibiendo la invitación para ir a jugar a Estados Unidos, pero el mexicano no aceptó.
El notable pelotero norteño fue firmado por el club Esperanza, de la Liga Veracruzana en 1914. En el puerto jarocho consumó incontables proezas con ese equipo y con el Águila, hasta 1917, como haberle bateado un jonrón kilométrico al famoso pitcher cubano José de la Caridad Méndez.
Para los aficionados veracruzanos, Juárez fue un verdadero ídolo. En 1918 regresó a la capital, contratado por el Reforma, equipo que sostuvo una serie contra el Havana Reds y el Nacional. Fue la última temporada importante en que actuó. Después llegó a Pachuca, Hidalgo, en donde terminó su carrera jugando pelota de clase inferior, incluso la llanera.
Debido a las pocas fuentes de información que existían cuando jugó, se desconoce la fecha de su nacimiento. Originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, se estima que debe haber visto la luz primera alrededor de 1880.
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