HÉCTOR ESPINO El mejor bateador mexicano de todos los tiempos
| Por Horacio Ibarra A.
Un día como hoy, 7 de septiembre, pero de 1997, falleció Héctor Espino, la máxima figura del beisbol mexicano.
Sí, el Supermán de Chihuahua, el hombre de los récords, el pelotero que se habla de tú, con los mejores exponentes de la pelota.
El incomparable bateador, dejó tras de sí, una increíble cifra de lideratos obtenidos en los principales departamentos ofensivos en las dos ligas más importantes de México.
Primero en la costa
Su llegada al beisbol se dio en la temporada de 1960-61 en la Liga Invernal de Sonora, vistiendo las franelas de los Yaquis de Cd. Obregón y Naranjeros de Hermosillo, respectivamente. Fue precisamente con el equipo de Hermosillo donde mostró su potencial, ingresando al libro de récords en forma contundente.
Su nombre alcanzó niveles insospechados de popularidad, gracias a su terrible consistencia, su inmenso poderío y su enorme productividad a la hora de impulsar carreras.
Tras su llegada, el poderoso inicialista obtuvo seis títulos de bateo en forma consecutiva, de 13 que obtendría a lo largo de su carrera en la pelota invernal, cautivando la atención de los amantes al rey de los deportes que disfrutaron de sus hazañas.
Estadio con su nombre
En Hermosillo fue honrado poniéndole su nombre al estadio y su fama tuvo trascendencia a nivel internacional, brillando en la Serie del Caribe celebrada en República Dominicana en febrero de 1976, evento donde fuera nombrado el Jugador Más Valioso, apoyando la primera conquista del equipo mexicano en ese tipo de competencia.
En la Liga Mexicana de Beisbol debutó en 1962 vistiendo el uniforme de los Sultanes de Monterrey, ayudando al club a ganar el título del torneo, siendo reconocido como Novato del Año.
Durante 24 temporadas derrochó prestigio y categoría, convirtiéndose en uno de los grandes iconos del beisbol mexicano de todos los tiempos. Debido a su grandeza, en 1988 fue inmortalizado en el Salón de la Fama.
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